jueves, 13 de septiembre de 2012

Soledad Velez, una nueva forma de cantar la tenebra

Miguel G. Galicia






Soledad Velez nació en Chile a finales de la década del 80, pero un día cogió guitarra, un puñado de canciones y decidió partir a España. Su destino final, Valencia, es actualmente su centro de operaciones. Desde ahí inició otro largo andar pero ahora por el camino musical.

Su paso por bares y sitios íntimos ha marcado su carrera, mas está lista para dar el gran salto. Ese espíritu errante la llevó a grabar dos EP’s —Four reasons to sing, de 2010, y Black Light in the forest, en 2011—. Tales platos sonoros le han dado la madurez necesaria para consolidar su proyecto alimentado del folk.

Este año es crucial para esta cantautora, toda vez que, en este 2012, vivirá dos felices coincidencias: grabar su primer álbum de largo aliento, Wild Fishing (Absolute Beginners Records), y por si fuera poco, vendrá a México por primera ocasión. Igual que aquella ocasión en que cargó sólo con su inspiración y talento, para irse a vivir al Viejo continente, ahora le toca inspirar a nuevos públicos.

La potencia interpretativa de Velez nunca pierde su feminidad, pues surge de su dotación de estrógenos, en el más puro sentido biológico. Su potente voz, procelosa por momentos, parece venir del fondo del mar. Sus letras tienen la particularidad de abrir grutas en el escucha, y lo horadan hasta crearle cañones por donde resuenan sus emociones.

Al escucharla uno podría pensar en nombres como Catpower, Feist, Pj Harvey o Patti Smith; referencias creativas a las que no rehúye, por el contrario, las abraza y asume; no obstante las hace suyas para procesarlas de su interior, y va más allá. “Cuando salgo al escenario entro en trance, y expulso todo”, ha dicho en su momento.




... ahora, esto es lo que dice:


—¿Por qué elegiste el inglés para escribir y cantar?
Un día simplemente me salió así, desde muy pequeña en casa siempre se ha escuchado música en inglés, en su mayoría claro. Fonéticamente me siento más cómoda al cantar,me es mucho más sencillo comunicarme através de la música en inglés.

—¿Haber viajado de tu natal Chile a España te trastocó como creadora?
Se puede decir que sí, es una situación que me ha transformado, antes escribía sobre mal de amores, ahora sólo escribo sobre la soledad en sí, el sacrificio, sobre la ansiedad, no sé, cosas más personales, ya casi no escribo sobre mi relación con las personas, sino sobre experiencias muy íntimas, contadas de una forma muy abstracta.

—¿En alguna entrevista dijiste que con la música enfrentas tus miedos, podrías hablarnos de ello?
Conllevo conmigo misma muchas situaciones que he vivido, y prefiero contarlas en clave en las canciones. Todos hemos vivido cosas que nos pesan o nos siguen pesando. Vivo con una tormenta constante que no me puedo quitar de encima, la música hace que todo sea más ligero, porque me hace aceptar situaciones y reflexionar sobre ellas.

—¿Qué estás escuchando ahora mismo?
Escucho Perrosky, por lo demás mucha música clásica de Rusia, los rusos me pierden. Tchaikovsky, Prokofiev, Mussorgsky. Pj Harvey, Karen Dalton, Eels, Karen Koltrane, etc.

—¿Cómo es tu proceso creativo?
Hacerlo todo a la vez, al menos la base de la canción, tanto la melodía como la letra las hago a la vez, luego de grabarlas, voy trabajando en ellas con más calma.


—¿De qué te nutres? (lecturas, música, vivencias)
De vivencias por sobre todo, no he vuelto a casa hace casi cinco años, mis hermanos pequeños han crecido, y no he estado con ellos, sientes que le has fallado a todo el mundo, y eso te remueve por dentro de una forma que no imaginas. Los libros son un gran pilar para mí, me gusta mucho leer, mi mesa de noche parece el everest. Y por supuesto, siempre me nutro de música, cómo podríamos vivir si no?

—¿Qué sonidos son los que buscas?
Ahora mismo busco sonidos más nítidos, fuertes, y percusivos, sonidos que te hagan sudar. Poco a poco me estoy alejando de las melodías dulces, de una forma muy natural, supongo que por eso Wild Fishing parece un mercadillo, tienes gran variedad, y me encanta que sea así, en cada momento me muestro tal como soy, no te intento vender nada. Seguro que terminarán diciendo que estoy trastornada.

—Tu presencia en los medios españoles ha crecido mucho, ¿cómo tomas el hecho de que tu proyecto llama cada vez más la atención?
Pues intento tomarlo con normalidad, pero no me funciona, no me acostumbro, muchas veces olvido que salir en la prensa es parte del trabajo. Sufro de ansiedad, cada vez que veo críticas del disco que están bastante bien, en varios países del mundo, me mareo. Me llena de alegría que sea así, estamos trabajando muy duro.

—¿Cómo miras México, en el plano musical?
En España, como desde Chile, siempre me ha parecido que es un país muy musical, al menos los músicos que conozco aspiran a irse a México, nunca he estado allí, siempre me han hablado muy bien, tenéis bandas muy buenas, y buenas propuestas musicales, necesito ir a México, y verlo por mis propios ojos, seguro que nos la pasaremos de maravilla.

—¿Cuál es tu objetivo al venir a nuestro país?
Pues dar conciertos, conocer por fin México, hace mucho tiempo que lo deseo, probar el público mexicano, y también la comida. Que me dicen que le ponéis mucho picante a las cosas, y eso me gusta.

—El tema orgánico es columna vertebral en tu propuesta visual, ¿cuál es tu mensaje en ese sentido?
Es gran parte de mi vida, la naturaleza, los bosques.. siempre he vivido cerca de ella, y siempre ha tenido todas las respuestas. No sé, me gusta, me hace sentir segura. He tenido la gran oportunidad de vivir a lo largo de mi vida en distintos escenarios naturales, volcanes, bosques, playa, campo, etc.., es parte de todo lo que hago y lo que soy.

—Dicen que el nombre nos marca desde que nos es dado, ¿de qué manera te marca a ti el tuyo?
jaja, pues sí, verás... Curiosamente, siempre me ha gustado estar sola, en el colegio, la universidad, siempre he sido la chica solitaria que no tenía amigos, y así ha sido, algunas veces oía decir a la gente "Sole Sola", "Soledad! le haces honor a tu nombre", "Esa chica es muy rara", y un sin fin de cosas..., No sé, a mi me gusta mi nombre, el sentirte apartada te forma cierto carácter y postura frente a la vida que me gusta mucho. No dependes de nadie, haces lo que te viene en gana, y disfrutas.






Un viaje la llevó a España, otro la trae a nuestro país… el rumbo no lo tiene claro, aún; sin embargo Soledad parece haber descubierto que la importancia de todo viaje radica en el trayecto, no en la meta: “and if the moon decide left us now / with the stars go to another galaxy / don't worry, babe”, (Don't worry babe).

Ella, niña/mujer de piedra y algodón, quien igual que Luis Riso Patrón (1869-1930), famoso explorador chileno, sigue recorriendo el mundo a través de ríos sonoros ignotos. Velez, nacida en Concepción, Chile, en 1988, podría patentar una nueva forma de cantar la tenebra del ser humano: “oh my man, when the hell / would you be mine?”, (Black light in the forest).

Gracias a Soledad Vélez no volveremos a estar solos… su música nos acompañará al final de los tiempos.




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