El escritor presenta su novela La Antesala del Cielo y envía un mensaje de resiliencia al lector
"Es una novela que, entre otras cosas, pretende llevar al lector a través de una gama de sentimientos y reflexiones que podrán seguramente darle una visión diferente de la vida", afirma.
“Mi abuelo me llevó justo a la antesala del cielo, de donde surge el título de este libro (…) Además siempre he sentido la presencia de esa fuerza de luz a la que llamo ángeles, siempre la he tenido en toda mi vida”, dice.
Miguel G. Galicia
El escritor Hans H. Storsberg vive un momento único, su novela
“La Antesala del Cielo” le permite enviar un mensaje de resiliencia al lector en el que priva
el amor, la amistad, así como la intención de cambiar la vida de quien lo lea; al
tiempo que a él le ha permitido "crecer" como autor, al abrirse en
canal y dar a conocer eso que él es, al compartir “todas estas historias
extraordinarias que me han pasado a lo largo de la vida, y que pudieran llevar
al lector a poder imaginarse en primera persona en todos esos momentos o situaciones
de la historia de la novela, a identificarse de una u otra manera, porque al
final del día, trata situaciones que nos han pasado a todos”.
Su discurso, pronunciado por él mismo, lo describe como una persona espiritual, que aún cree en la humanidad y en su transformación, dice, y concibe la pandemia de Covid-19 como una oportunidad inigualable para alcanzar ese objetivo como especie.
Sin duda, aclara, su relación con su abuelo lo marcó desde siempre, pues fue que tras experimentar a edad temprana una experiencia sobrenatural con él, ya fallecido en ese momento, que detona la idea de este proyecto, escrito en un año, y el cual publicaría 15 años después.
“Mi abuelo me llevó justo a la antesala del cielo, de donde
surge el título de este libro (…) Además siempre he sentido la presencia de esa
fuerza de luz a la que llamo ángeles, siempre la he tenido en toda mi vida”, explica.
— ¿Cuánto ha cambiado usted desde que puso el punto final de
su novela, hasta el momento?
— Han pasado ya 15 años desde aquel día y pudiera parecer
que fue el día de ayer. Cada uno de los personajes de la novela han crecido y
madurado conmigo; al final del día, todos ellos son una parte de mí. El cambio
más importante en mi persona ha sido la forma de ver la vida y la forma de
vivirla. Entender que la verdadera felicidad recae en la forma en la cual
nosotros le sonreímos a la vida, lo demás no importa, ella se encargará de
enseñarnos lo que tenemos que aprender.
— En ese mismo sentido, ¿cuánto y de qué modo ha cambiado el
mundo en estos tres tiempos: cuando usted empezó a escribir la novela, cuando
la culminó y el que usted ve en la actualidad con la pandemia?
— Solamente pasó un año desde el día que empecé a escribir
La Antesala del Cielo hasta el día que la terminé. Lo realmente trascendental
fue el cambio que esta novela hizo en mi persona y la forma positiva en la que
me ha afectado. Por ejemplo: escribir es algo que no puedo dejar de hacer.
La pandemia no es otra cosa que la vida y el universo dando
un mensaje de advertencia. Es el poder armar nuevamente el rompecabezas de
nuestras vidas. Es la oportunidad de modificar todo aquello que considerábamos
importante por aquello que verdaderamente lo es: nuestra salud, nuestras
relaciones, nuestra forma de vivir.
— ¿El mundo requiere en la actualidad novelas como ésta?
¿Por qué?
— Porque desde la primera página nos saca del caos en el que
hemos caído y nos lleva a través de un viaje de aventuras que nos harán amar,
reír, odiar, llorar, gozar; pero, más que nada, a darnos cuenta lo que
realmente es importante en la vida: vivir de verdad.
— ¿Cuál es la premisa de su novela?
— De que esta vida es una aventura llena de aprendizaje que
nos hace evolucionar. Que cada risa, cada lágrima, cada beso y cada decepción, forjan nuestro ser.
— ¿Es un libro de alguna manera, de autoayuda?
— Es un libro en el que nos identificaremos con varias
vivencias por las que todos hemos pasado. Es una novela que, entre otras cosas,
pretende llevar al lector a través de una gama de sentimientos y reflexiones
que podrán seguramente darle una visión diferente de la vida.
— Defina por favor su concepto de la amistad, y el amor
incondicional
— La amistad es un lazo básico y sencillo entre dos seres
formando esa indescriptible necesidad de pertenecerse en sus vidas, sin
condiciones ni intereses.
El amor incondicional es el que Dios nos da. Tal y como
somos. El que Él quiere que entendamos y repliquemos para ser mejores seres.
— ¿Su novela ha roto récord de ventas, tenía tales
expectativas cuando decidió publicarla?
— Las expectativas van más allá de un tema comercial. El
saber que La Antesala del Cielo ha afectado positivamente a alguien, me doy por
bien servido.
— ¿La literatura nos salvará de algo?
— Siempre lo he dicho: más libros y menos aparatos en las
manos. Muchas veces la tecnología esclaviza, los libros abren la mente.
— ¿Al ser humano le hace falta algo para acercarlo a la
espiritualidad?
— El ego es el que nos mantiene en niveles bajos de
vibración y por consecuencia alejados de la espiritualidad. Tenemos que ver
dentro de nosotros mismos para comprender que somos seres de luz, llenos de un
amor infinito ansioso por ser compartido. El día que lo comprendamos…
evolucionaremos.
— ¿Tiene algún otro proyecto editorial en el que esté
trabajando hoy en día?
— Así es, hoy ya tengo terminada mi segunda novela que lleva como título: Reencuentro. Actualmente estoy escribiendo mi tercera novela la cual no ha sido aún bautizada.
Este 2021 Hans H. Storsberg, se ha propuesto cambiar la manera de ver la vida, con su novela, en la que, afirma, muestra un mundo donde los senderos del destino llevan de la mano al lector hacia un sinfín de aventuras en lugares reales, mágicos, de leyendas olvidadas y rincones misteriosos.
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